El extremo italiano, fichado como apuesta de bajo riesgo, se ha convertido en un futbolista imprescindible para el equipo de Arne Slot más allá de los minutos que dispute

Federico Chiesa celebrando un gol con el Liverpool; foto: BeSoccer.
Federico Chiesa celebrando un gol con el Liverpool; foto: BeSoccer.

Liverpool, Inglaterra – Federico Chiesa se ha ganado un valor incalculable en el Liverpool. Mucho más del que reflejan sus minutos en el campo. El internacional italiano, de 28 años, se ha convertido en uno de los jugadores más apreciados por la afición de Anfield en esta primera parte de la temporada gracias a su compromiso, su intensidad competitiva y su impacto en momentos clave, ya sea como titular o saliendo desde el banquillo. Un rendimiento que no ha pasado desapercibido en Turín, donde la Juventus sigue con atención su evolución con la idea de intentar repatriarlo.

Chiesa llegó a Liverpool en el verano de 2024 por apenas 12 millones de euros más variables, una cifra considerada una auténtica oportunidad de mercado para un jugador que había brillado con luz propia en la Eurocopa de 2020 y cuyo valor llegó a rozar los 100 millones. Su primera campaña fue discreta en términos de protagonismo: apenas 108 minutos repartidos en seis apariciones, suficientes para colgarse la medalla de campeón de la Premier, pero lejos de dejar huella. Las lesiones, la falta de continuidad y, sobre todo, la presencia intocable de Mohamed Salah explicaron ese papel secundario.

Lejos de resignarse, Chiesa decidió cambiar el relato. Trabajó en solitario durante el verano y regresó con una mentalidad renovada. Esta temporada, su influencia ha ido mucho más allá de los números. Marcó un gol decisivo ante el Bournemouth en la primera jornada, firmó acciones defensivas clave —como un salvamento providencial en los últimos minutos frente al Sunderland— y se ha ganado el respeto del vestuario y de la grada. Las comparaciones con James Milner y las peticiones de los aficionados para verle como titular reflejan el impacto de su actitud.

Para Arne Slot, Chiesa sigue siendo una pieza de rotación, pero una rotación indispensable. La ausencia de Salah por la Copa de África, la grave lesión de Alexander Isak y los problemas físicos de Cody Gakpo han dejado al italiano como uno de los pocos atacantes disponibles con experiencia y fiabilidad, junto a Hugo Ekitiké. En ese contexto, su valor estratégico se ha disparado.

El futuro de Salah sigue siendo una incógnita y condiciona toda la planificación ofensiva del Liverpool. Si el egipcio decide marcharse, la continuidad de Chiesa se antoja obligatoria. Incluso si Salah renueva, el italiano ha dejado claro que quiere triunfar en la Premier League y demostrar que puede ser importante en el campeonato más exigente del mundo. Ese deseo, unido a la confianza ganada en Anfield, complica seriamente cualquier intento de la Juventus por traerlo de vuelta. Chiesa, hoy, vale mucho más para el Liverpool de lo que indican sus estadísticas.

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