Tras meses marcados por lesiones y frustración, Martin Terrier vuelve a ver puerta en Leverkusen y reaviva su gran sueño: la selección francesa

Martín Terrier celebrando un gol con el Bayer Leverkusen; foto: FotMob.
Martín Terrier celebrando un gol con el Bayer Leverkusen; foto: FotMob.

Leverkusen, Alemania – Durante semanas, el nombre de Martin Terrier estuvo ligado a la mala fortuna. Lesiones graves, falta de continuidad y la etiqueta de fichaje fallido acompañaron al delantero desde su llegada al Bayer 04 Leverkusen procedente del Rennes por 20 millones de euros en el verano de 2024. Hoy, apenas diez días después, el relato empieza a cambiar.

El francés de 28 años ha enlazado dos goles en dos partidos, un punto de inflexión tanto deportivo como mental. Primero, con una espectacular chilena en el derbi ante el Colonia. Después, con un cabezazo de enorme calidad en Leipzig, decisivo para encarrilar la victoria por 3-1. Dos acciones distintas, misma conclusión: Terrier vuelve a sentirse futbolista.

Un gol que vale más que tres puntos

En Leipzig, Terrier atacó el primer palo y convirtió el centro de Arthur con un giro de cuello impecable hacia el segundo. Una acción de ‘9’ puro que incluso arrancó elogios de Patrik Schick, referencia ofensiva del Leverkusen.

“Es un gran jugador, con mucha calidad. Después de tantas lesiones, no es fácil volver. Ahora tiene cifras y eso es muy importante para él”, destacó Schick.

No es solo cuestión de estadísticas (ya suma tres goles en Bundesliga), sino de sensaciones. Tras romperse el tendón de Aquiles y sufrir también una fractura de antebrazo la pasada temporada, Terrier necesitaba algo más que minutos: necesitaba sentirse importante.

Una nueva pieza para el ataque de Leverkusen

Aún lejos de poder sostener 90 minutos al máximo nivel, Terrier empieza a consolidarse como una alternativa real en las medias puntas ofensivas. En Leipzig dejó su sitio al joven Montrell Culbreath, que incluso marcó en su debut, pero el mensaje ya estaba lanzado: el francés vuelve a contar.

Los goles recientes pueden marcar para él un antes y un después. En el fútbol de élite, la confianza es muchas veces tan decisiva como el físico.

Un sueño llamado Francia

Más allá del Leverkusen, Terrier no esconde su gran ambición. El delantero piensa en la selección francesa, un objetivo que parecía lejano tras sus lesiones, pero que vuelve a asomar en el horizonte.

“Haré cualquier cosa por este sueño”, confesó recientemente, alimentando la ilusión de vestir algún día la camiseta ‘bleu’.

La posibilidad de que Zinedine Zidane asuma la selección tras el Mundial añade un componente emocional extra para un jugador que siempre le tuvo como ídolo.

El camino todavía es largo y exigente, pero Terrier ha dado el primer paso: volver a marcar, volver a creer y volver a competir. En Leverkusen ya no se habla solo de mala suerte. Se empieza a hablar, otra vez, de goles y de futuro.

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