El joven atacante lidera al equipo de Unai Emery con un doblete ante el Manchester United y consolida a los ‘villanos’ entre los grandes de la Premier League

Morgan Rogers celebrando un gol; foto: Aston Villa.
Morgan Rogers celebrando un gol; foto: Aston Villa.

Birmingham, Inglaterra Morgan Rogers se ha convertido en una de las grandes razones por las que el Aston Villa vive su mejor momento en más de un siglo. El futbolista de 23 años fue decisivo en la victoria por 2-1 frente al Manchester United, anotando los dos goles del partido y prolongando la racha triunfal del conjunto de Birmingham a diez victorias consecutivas en todas las competiciones, algo que no lograba desde 1914.

El impacto de Rogers va mucho más allá de un partido aislado. Desde el inicio de la pasada temporada ha marcado 21 goles entre todas las competiciones, convirtiéndose en el jugador más joven del club en alcanzar esa cifra en la élite. En la Premier League suma ya siete tantos, cuatro de ellos en sus dos últimos encuentros, y ha entrado en los libros de historia del Villa al ser el primero en firmar dobles consecutivos en liga desde Dion Dublin en 1998.

Su entrenador, Unai Emery, no escatimó elogios tras el triunfo y definió a Rogers como el “protagonista” del equipo. Destacó su mentalidad competitiva, su capacidad de trabajo y la evolución constante de su juego, subrayando que los goles son la recompensa a una actitud ejemplar desde el inicio del curso. No es casualidad que dentro del vestuario se le vea ya como el jugador diferencial del proyecto.

El crecimiento de Rogers también tiene eco a nivel internacional. El atacante ya ha debutado con la selección absoluta de Inglaterra y su nombre empieza a sonar con fuerza en los planes del seleccionador Thomas Tuchel de cara al próximo Mundial. Su perfil como mediapunta, su potencia física y su facilidad para decidir partidos lo colocan como una alternativa real en la pelea por un puesto importante en los ‘Three Lions’.

A pesar del momento dulce, Emery quiso rebajar la euforia y esquivó cualquier discurso triunfalista. El técnico insistió en que el Aston Villa no es todavía un candidato real al título, aunque reconoció que el equipo está compitiendo “fantásticamente”. Con el conjunto situado tercero en la clasificación, a solo tres puntos del liderato, la realidad es que el Villa se ha ganado el derecho a soñar.

Con Rogers en estado de gracia y un equipo cada vez más sólido, el Aston Villa sigue avanzando con paso firme. Quizá el propio Emery no quiera llamarlo lucha por el título, pero en Birmingham nadie duda de que, con actuaciones como las del joven atacante, el sueño está más vivo que nunca.

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