Jóvenes con proyección, cesiones con opción de compra asumible y una estrategia que permite al Verona crecer en la clasificación y también en valor económico

Verona, Italia – El Hellas Verona ha encontrado en los últimos meses un pequeño tesoro que explica su reacción deportiva y, al mismo tiempo, su margen de crecimiento económico. Gift Orban y Giovane se han convertido en el nuevo símbolo de un proyecto que vuelve a apoyarse en talento joven, derechos de rescate sostenibles y una dirección deportiva acostumbrada a detectar oportunidades antes que nadie.

El nombre de Gift Orban parece hecho a medida del momento que vive el Verona. El delantero nigeriano fue decisivo en Florencia con un doblete que dio tres puntos de oro ante la Fiorentina y confirmó un punto de inflexión claro tras la victoria previa frente al Atalanta, la primera del campeonato. Aunque el Hellas sigue en zona baja, la clasificación se ha comprimido y varios rivales directos están ahora a solo dos puntos. No es casualidad: el Verona ha cambiado el paso.

Con apenas unos meses en el club, Orban ya es el máximo goleador gialloblù, con cuatro tantos en la Serie A, todos decisivos. En los tres partidos en los que marcó, el equipo no perdió: empates ante Juventus y Cagliari y triunfo frente a la Fiorentina. Además, de sus botas salió también la asistencia para el primer gol liguero de Giovane, su socio ofensivo, en el Bentegodi ante el Inter.

La dupla Orban-Giovane es el último gran acierto del director deportivo Sean Sogliano, especialista en generar plusvalías. El nigeriano llegó cedido desde el Hoffenheim por apenas 500.000 euros, con un derecho de compra de 8 millones, y con solo 23 años su valor de mercado ya se ha disparado. Giovane, aún más joven, llegó como agente libre, lo que multiplica su potencial económico. Entre ambos, en 15 jornadas de Serie A, suman 12 participaciones de gol entre tantos y asistencias: de los 13 goles del Verona, solo dos no llevan su firma directa.

El crecimiento del Hellas no se limita al ataque. En Florencia también brilló Armel Bella-Kotchap, central alemán de gran potencia física y velocidad, cedido por el Southampton con opción de compra de 7 millones. A sus 24 años ya cuenta con experiencia en Bundesliga, Premier League, Champions y selección absoluta, un perfil europeo que eleva el nivel de la defensa.

En el centro del campo, Moatasem Al-Musrati aportó jerarquía y visión, firmando la asistencia del primer gol de Orban. El internacional libio, de 29 años, llegó del Besiktas en una cesión onerosa de 2 millones, también con derecho de rescate fijado en 7 millones, buscando relanzar su carrera en un contexto más estable.

Otro nombre que empieza a asomar es el de Rafik Belghali, extremo argelino de 23 años nacido en Bélgica, prácticamente desconocido para el gran público. Ha respondido como sustituto de Jackson Tchatchoua, traspasado al Wolverhampton por 13 millones, y ya ha marcado en la Serie A, aunque el Verona lo perderá temporalmente por la Copa de África.

El Verona vuelve a demostrar que, incluso en la lucha por la permanencia, se puede construir futuro. Talento joven, inversiones medidas y potenciales plusvalías explican por qué el Hellas no solo pelea por salir del fondo de la tabla, sino que también empieza a revalorizar su patrimonio deportivo.