El máximo mandatario de la FIFA le entregó el Premio de la Paz al Presidente de los Estados Unidos, en la ceremonia del sorteo del Mundial 2026

Zurich, Suiza – La polémica ha estallado en el seno del fútbol mundial después de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, fuera acusado de vulnerar de forma reiterada las reglas de neutralidad política del organismo al otorgar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el premio inaugural de la Paz de la FIFA durante el sorteo del Mundial 2026 celebrado la semana pasada en Washington D.C. La denuncia formal ha sido presentada por la organización de derechos humanos FairSquare, que sostiene en una carta —revelada por BBC Sport— que Infantino ha cometido “cuatro violaciones claras” del reglamento interno.
El gesto de Infantino, que entregó a Trump un trofeo, una medalla y un certificado, ha generado un auténtico terremoto institucional. El máximo dirigente del fútbol mundial dedicó al presidente estadounidense palabras que han encendido las alarmas entre los guardianes de la gobernanza deportiva: “Esto es lo que queremos de un líder” y “siempre puede contar con mi apoyo, señor presidente”, llegando incluso a publicar semanas antes que Trump “definitivamente merece” un Premio Nobel de la Paz. En una entrevista reciente en Miami, Infantino llegó a afirmar que “todos deberíamos apoyar lo que Trump está haciendo en Estados Unidos”.
Para FairSquare, la situación es insostenible. En su queja, afirma que “la concesión de un premio de esta naturaleza a un líder político en ejercicio es, en sí misma, una violación evidente del deber de neutralidad de la FIFA”, y añade que Infantino está actuando como si pudiera “dictar unilateralmente la misión y los valores” del organismo, algo que las reglas prohíben tajantemente. La ONG subraya que no se trata solo del polémico premio, sino de una “dinámica peligrosa” que, en su opinión, la estructura de gobernanza de la FIFA permite sin contrapesos reales.
La FIFA no ha comentado públicamente la denuncia, mientras el eco internacional crece. El premio a Trump, celebrado por el propio presidente como “uno de los mayores honores” de su vida, coincide además con la recta final hacia el Mundial 2026, que Estados Unidos organizará junto a Canadá y México. La proximidad política entre Infantino y Trump, muy señalada por diversos analistas, podría tener consecuencias graves para el dirigente suizo si el Comité de Ética decide investigar. Las posibles sanciones van desde una advertencia formal hasta la inhabilitación temporal o permanente.
Nicholas McGeehan, director de FairSquare, resume la gravedad del caso: “Esto no va solo de Infantino apoyando la agenda política de Trump. Va de cómo la FIFA permite que su presidente ignore abiertamente sus propias reglas y ponga en riesgo la integridad del deporte más seguido del planeta”. La presión sobre Infantino crece, y el fútbol mundial contiene ahora la respiración ante lo que podría convertirse en uno de los mayores escándalos institucionales de los últimos años.





Deja un comentario