El club parisino anuncia medidas “firmes y ejemplares” tras los graves incidentes entre miembros de Ultras Lutetia y Old Clan durante el desplazamiento a Normandía

Paris, Francia – El Paris FC vive horas de máxima tensión después de que dos de sus principales grupos ultras, Old Clan y Ultras Lutetia, protagonizaran una pelea interna el domingo en los alrededores del estadio Océane, donde el equipo disputaba su encuentro de la jornada 15 de Ligue 1 ante el Le Havre. Tal como adelantó L’Équipe, los incidentes tuvieron lugar minutos antes del inicio del partido en el aparcamiento destinado a la afición visitante, y dejaron dos miembros del personal de seguridad del PFC heridos.

En un comunicado publicado este lunes por la noche, el club parisino fue contundente: “Condenamos firmemente toda violencia y comportamiento contrario a nuestros valores”, subrayando que la seguridad de su personal y de los aficionados es “la máxima prioridad”. La entidad confirmó además que colaborará plenamente en una investigación interna, destinada a esclarecer las circunstancias de los hechos y determinar a los responsables.

Horas antes, la dirección del PFC había convocado a los líderes de ambos grupos ultras para recabar explicaciones sobre lo sucedido, según detalló también L’Équipe. Esta reunión preliminar marca el inicio de un proceso disciplinario que el club promete llevar hasta sus últimas consecuencias.

El Paris FC —ascendido este año a la Ligue 1— lamenta profundamente el episodio y anticipa sanciones severas:
“Al término de esta instrucción, y sobre la base de los elementos fácticos reunidos, el club tiene la intención de tomar medidas firmes y ejemplares para que tales situaciones no se repitan.”

El conflicto interno entre los dos grupos, presente desde hace meses en el ambiente del Stade Charléty, alcanza así un punto crítico que pone en entredicho la convivencia en la grada y obliga al club a actuar con determinación para evitar una escalada en futuros desplazamientos.

Mientras la investigación avanza, el Paris FC busca contener el daño reputacional y restaurar la calma entre sus aficionados en un momento clave de su temporada en la élite del fútbol francés.