El CEO de Volkswagen, Oliver Blume, se incorpora al órgano de control del VfL Wolfsburg por primera vez en la historia, reforzando la vinculación estratégica entre el grupo automovilístico y el club

Oliver Blume en una entrevista; foto: Híbridos y Elétricos.
Oliver Blume en una entrevista; foto: Híbridos y Elétricos. 

Wolfsburgo, Alemania – El VfL Wolfsburg anunció este lunes una reestructuración en su consejo de supervisión que marca un hito: por primera vez, un presidente del consejo de administración de Volkswagen AG, Oliver Blume, formará parte del órgano de control del club. Una decisión interpretada como un gesto de fortaleza en medio de la crisis deportiva del equipo y la crisis empresarial del grupo.

El VfL Wolfsburg vive un momento de incertidumbre tanto en los despachos como en el terreno de juego. Sin director deportivo decidido y con Daniel Bauer aún sin confirmación como técnico permanente tras su etapa interina, el club alemán afronta tiempos convulsos. Sin embargo, el anuncio realizado este lunes trae una señal potente desde la cúpula empresarial.

Tal y como informa Kicker, Oliver Blume, CEO de Volkswagen, se incorporará al consejo de supervisión del Wolfsburg a partir del 1 de enero, convirtiéndose en el primer máximo dirigente del grupo automovilístico en ocupar este puesto. Una decisión que, según Sebastian Rudolph, presidente del consejo de supervisión del club, “fortalece aún más la conexión estrecha entre Volkswagen y el VfL”, calificándola de “un paso con peso”.

La entrada de Blume llega en un contexto donde ni Volkswagen ni el Wolfsburg atraviesan su mejor momento. El gigante automovilístico afronta dificultades estratégicas y financieras, mientras que la filial futbolística busca estabilizarse tras una trayectoria irregular en la Bundesliga. Por ello, la presencia del CEO en el órgano de control se interpreta como una garantía de continuidad y compromiso por parte del grupo:
“El VfL está estrechamente relacionado con Volkswagen, la ciudad de Wolfsburg y la región”, señaló Blume, destacando el papel del club tanto a nivel deportivo como social y formativo.

El movimiento institucional no llega solo. El exguardameta Diego Benaglio, histórico del club y campeón de la Bundesliga en 2009, no solo continúa como miembro del consejo de supervisión —cargo que ocupa desde este verano—, sino que ascenderá al Presidium a finales de año. Rudolph subrayó su importancia: “Aporta perspectivas deportivas y una identificación absoluta con el VfL”.

En paralelo, el veterano dirigente Bernd Osterloh pondrá fin a más de 20 años de servicio en la presidencia del consejo de supervisión. Rudolph agradeció su “apasionado compromiso” y destacó que seguirá ligado al club, siendo “siempre bienvenido en la arena”.

Con estas decisiones, el Wolfsburg envía un mensaje claro: en tiempos de crisis, se refuerza la estructura desde lo más alto, con Volkswagen renovando su implicación directa en la gestión del club. Una señal para los aficionados y para la Bundesliga de que la institución pretende salir reforzada de este periodo turbulento.

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