Las cuentas del ejercicio 2024-25 reflejan un resultado neto negativo de 17 millones, aunque el balance ordinario arroja un pequeño superávit

Barcelona — El FC Barcelona ha hecho públicos los datos de su ejercicio económico 2024-25, en los que combina un resultado ordinario positivo con pérdidas netas una vez incluidas partidas extraordinarias e impuestos. Los socios compromisarios votarán el cierre en la Asamblea General del 19 de octubre. Los números revelan una entidad que busca consolidar su recuperación financiera.
El club informó de unos ingresos ordinarios de 994 millones de euros, con un resultado operativo de +2 millones. Sin embargo, tras aplicar ajustes extraordinarios (como la sanción de la UEFA, provisiones por Barça Studios y ventas de asientos VIP), el balance neto se sitúa en -17 millones de euros.
Detalles del ejercicio
- Los ingresos ordinarios alcanzaron 994 M€, cifra récord y superando a la de la temporada 2018-19, una de las más elevadas hasta la fecha.
- La masa salarial se situó en el 54 % de los ingresos ordinarios, dentro de los márgenes permitidos por la normativa UEFA.
- En cuanto a los ajustes extraordinarios:
• Multa de la UEFA: -15 M€.
• Venta de asientos VIP (PSL): +70 M€ (aunque se reconocieron 70 solo de los ya cobrados).
• Provisión por valor deteriorado de Barça Studios / Produccions: -90,87 M€ (la parte imputable al Barça, 51 %, supone una carga considerable). - Con esos elementos, el resultado neto después de impuestos queda en -17 millones de euros.
- En deuda, el club logró reducir el pasivo en 90 millones, dejando una cifra total de 469 M€.
Perspectivas para 2025-26
Para la próxima temporada, el Barça prevé ingresos ordinarios de 1.075 millones de euros, impulsados especialmente por el retorno progresivo al Spotify Camp Nou, que podría aportar unos 50 millones adicionales.
En este nuevo escenario, el club espera obtener un resultado ordinario positivo de 5 millones de euros.
El balance refleja un Barça en proceso de estabilización: ha conseguido resultados operativos positivos pese a los efectos negativos de elementos extraordinarios y provisiones. La reducción de la deuda y el control salarial contribuyen a restaurar la confianza después de años de crisis financiera.
No obstante, las pérdidas netas —aunque esperadas por los ajustes contables— muestran que aún persisten desafíos estructurales. En el horizonte, habrá que consolidar ingresos recurrentes y evitar que partidas extraordinarias deterioren el resultado anual.





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