La pugna entre la alerta roja y la normativa futbolística pondrá en jaque el duelo esperado entre valencianos y asturianos

Aficionados del Valencia esperando en las taquillas de Mestalla; foto: Las Provincias.
Aficionados del Valencia esperando en las taquillas de Mestalla; foto: Las Provincias. 

Valencia — El partido entre Valencia CF y Real Oviedo, previsto para esta noche en Mestalla a las 21:00 h, queda sujeto a la decisión del juez único de competición ante la alerta roja de lluvias extremas decretada sobre la ciudad. El encuentro, al que ambos clubes se han preparado con cautela, podría aplazarse dependiendo de la evolución del temporal y del dictamen oficial.

Con la ciudad bajo amenazas de precipitaciones torrenciales, las entidades del fútbol (LaLiga y la RFEF) mantienen comunicación con los clubes para determinar si se celebrará o postergará el partido. Mientras tanto, el Valencia ha aplicado ya medidas de prevención internas.

El entorno del partido vive un ambiente de incertidumbre. Por un lado, los organismos reguladores tienen atribuido el poder de decidir sobre la suspensión o reprogramación de partidos en casos climáticos extremos. Por otro, los clubes se han anticipado: el Valencia ha cerrado su tienda oficial junto al estadio y ha aplazado la concentración prevista para las 13:30 h, como indicaron medios locales. En paralelo, mantiene contacto con LaLiga y la RFEF para recibir instrucciones finales.

Hasta el momento, las precipitaciones en la zona de Mestalla han sido moderadas, registrándose cerca de 19 litros de lluvia, pero las previsiones no apuntan a un clima estable a lo largo del día, según ElDesmarque.

Este reencuentro entre ambos equipos tiene un matiz simbólico: el Oviedo regresa a Mestalla 25 años después de su última presencia en Primera División en ese estadio.

Posibles escenarios

  • El partido se disputa: si las condiciones mejoran y el juez permite que el duelo se lleve a cabo, Valencia y Oviedo saldrán al campo como estaba previsto.
  • Suspensión o aplazamiento: si la alerta meteorológica persiste o empeora, lo probable es que el partido quede pospuesto para una fecha futura.

El juez único de competición podría emitir una resolución definitiva pocas horas antes del horario fijado si las condiciones no permiten esperar más.

Casos como este no son inéditos en el fútbol español, donde las competiciones a menudo dependen de variables externas como el clima. En situaciones similares, se ha dado prioridad a la seguridad de jugadores y aficionados, con precedentes de aplazamientos por lluvia o nieve. En el presente contexto, donde la alerta roja es inusual por su severidad, el fútbol se ve forzado a someterse a criterios externos para preservar la integridad física y operativa del evento.

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