Las cuentas del club romano muestran una pérdida de €17,2 millones y restricciones financieras obligan al club a aligerar plantilla si quiere incorporar jugadores en invierno

La Lazio ha cerrado el ejercicio 2024-25 con unas cuentas alarmantes: una pérdida de 17,2 millones de euros, tras haber registrado un beneficio de 38,5 el año anterior. La causa principal ha sido el desplome de los ingresos por derechos televisivos, que pasaron de 142,1 millones a 94,5, junto con una caída significativa de las plusvalías obtenidas por ventas de jugadores (de 40,9 a sólo 11,5 millones).
Este escenario económico complicado ha llevado al club a adoptar una estrategia clara de cara al mercado de invierno: para comprar en enero, Lazio deberá antes vender jugadores. La normativa de la FIGC obliga a los clubes a mantener un equilibrio patrimonial, lo que impide fichajes si no hay margen financiero ni salidas que generen liquidez.
Hasta ahora, el mercado de verano ofreció una sola gran operación de salida: Tchaouna al Burnley por 15,3 millones, que dejó una plusvalía de aproximadamente 8 millones. A pesar de eso, no fue suficiente para compensar la pérdida de ingresos por competiciones europeas y por el declive de plusvalías derivadas de ventas anteriores.
El club se enfrenta además al límite del 80 % entre gasto en plantilla y los ingresos, un ratio que debe cumplir para no entrar en sanciones o restricciones de inscripción.
Entre los jugadores señalados como posibles salidas figuran Samuel Gigot, que tiene mercado, además de otros fichas consideradas excedentes como Fares, Kamenovic, posiblemente Lazzari, y Luca Pellegrini. El objetivo es liberar masa salarial y abrir espacios presupuestarios para posibles incorporaciones en invierno.
En definitiva, Lazio afronta una ventana de mercado de enero condicionada: aligerar la plantilla será condición sine qua non para poder fichar. Las autoridades del club ya saben que sin ventas no habrá margen para invertir. La afición espera que las decisiones sean acertadas, pues la dirección técnica necesita refuerzos para competir, pero está claro que la prioridad financiera prevalece sobre la estrategia deportiva en este momento.





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