Las fuerzas del orden italianas identifican la presencia de ultras procedentes del extranjero vinculados a episodios violentos, lo que activa protocolos especiales de seguridad en los derbis y partidos europeos

En los últimos días, la policía italiana y los cuerpos de seguridad de la UEFA han emitido una alerta ante la confirmación de que ocho grupos ultras radicales extranjeros están convocados para asistir a partidos del Lazio y la AS Roma en próximas fechas. Las autoridades advierten que los desplazamientos de estos radicales podrían intensificar los riesgos de incidentes violentos, que ya han sido puntualmente graves en enfrentamientos anteriores.
La alarma se centra especialmente en partidos europeos y derbis locales de alto perfil, donde hinchadas con ideologías extremistas y vinculadas con comportamientos violentos viajan para apoyar a sus equipos o confrontar a aficionados rivales. Según fuentes policiales, algunos de estos grupos ya han sido identificados en la batalla campal entre ultras del Lazio y seguidores de la Real Sociedad en Roma, ocurrida el pasado enero. En aquella ocasión, varios aficionados de la Real resultaron heridos, algunos por arma blanca, cuando ultras laziales aprovecharon zonas de ocio para emboscar al grupo visitante.
Dentro de estos ocho colectivos señalados, se incluyen grupos conocidos por exhibir simbología extremista, ideologías ultraderechistas y antecedentes de altercados: entre ellos los llamados Ultra Lazio (o antiguos “Irriducibili”), que han sido protagonistas en otros episodios similares. Las autoridades italianas advierten que su presencia en escenarios con gran afluencia internacional —como partidos de Champions League o Europa League— obliga a reforzar el dispositivo de seguridad, coordinación policial y control de accesos.
La UEFA ya ha sido notificada de la situación, y tanto Lazio como Roma están bajo obligación de colaborar con los cuerpos estatales para impedir que estos grupos resulten en disturbios. Se espera que en los próximos días se emitan resoluciones que incluyan sanciones deportivas (multas, cierre parcial de los estadios) si se comprueba que algunos ultras realizan desplazamientos en masa sin las medidas de control necesarias.
En resumen, Italia afronta una nueva etapa crítica de vigilancia de la seguridad en el fútbol. La confirmación de grupos ultras extranjeros citados con fines radicales obliga a medidas preventivas reforzadas, coordinación internacional y sanciones ejemplares para evitar que la pasión deportiva derive en violencia indiscriminada.





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