El expresidente del F.C Barcelona disponía de decenas de documentos incriminatorios de Nicestream que no entregó ni a la auditoría ni a la policía, según los investigadores

Según un informe policial reciente al que ha tenido acceso El País, los Mossos d’Esquadra concluyen que Josep Maria Bartomeu conocía “de primera mano” los encargos encargados por el club al grupo Nicestream para operar en redes sociales usando perfiles falsos, difamar rivales, manipular encuestas y hacer seguimientos a periodistas.

Las pesquisas revelan que Bartomeu contaba con unos 138 informes de Nicestream en sus dispositivos electrónicos, de los cuales solo una veintena coincidía con los presentados ante la auditora PwC (PricewaterhouseCoopers). Estos informes omitidos cubrían acciones más sensibles como ataques difamatorios, manejo de la opinión pública y campañas negativas contra rivales electorales como Víctor Font o Joan Laporta.

Además, los Mossos sostienen que Bartomeu los “ocultó deliberadamente” ante los requerimientos judiciales, la auditoría interna y la policía. Se apunta también que una parte del material fue borrada: correos electrónicos y mensajes desaparecieron entre el 12 y el 23 de febrero, justo después de que estallara la investigación pública.

El informe también señala que, entre 2017 y 2020, el Barça pagó 2,3 millones de euros a Nicestream fraccionando facturas y contratos para esquivar los controles internos de adjudicación. Mientras tanto, los encargos se usaban para beneficios particulares del expresidente, no solo para los fines oficiales atribuidos al contrato.

En resumen, el dictamen de los Mossos refuerza la acusación de que Bartomeu no solo estaba al tanto sino que también gestionó parte del encubrimiento de las actividades ilegítimas. Estos hechos agravan las posibles responsabilidades penales y civiles en el juicio por el caso Barçagate, que sigue su curso en el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona.