El club ha cancelado más de 100 abonos de temporada que estaban en manos de turoperadores desde hace una década, un «descuido» que salió a la luz por la venta de entradas a un colegio para el partido de Champions contra el Barcelona

St James Park en día de partido; foto: Newcastle United.
St James Park en día de partido; foto: Newcastle United.

El Newcastle United ha cancelado más de 100 abonos de temporada y ha emitido una disculpa pública a sus aficionados por un «descuido» que permitía a organizadores de viajes revender entradas para los partidos en St James’ Park. La polémica estalló cuando se supo que un colegio escocés había podido comprar entradas para el esperado partido de Champions League contra el Barcelona, mientras miles de seguidores locales se quedaban fuera.

El club explicó que el problema se originó con un acuerdo establecido hace una década con un pequeño grupo de turoperadores, destinado a «grupos escolares». Cuando los nuevos propietarios tomaron el control hace cuatro años, pusieron fin a los acuerdos con terceros, pero este caso en particular «no se detectó hasta hace poco» porque no existía un contrato formal.

«En un momento en que hacemos todo lo posible para proteger el acceso legítimo de los aficionados del Newcastle, queremos ser totalmente transparentes y pedir disculpas por este descuido«, comunicó el club.

La situación se hizo insostenible cuando el High School of Dundee, un colegio situado a más de 300 kilómetros de distancia, compró 45 entradas para el partido contra el Barcelona, el mismo mes en que 110.000 aficionados localesestaban en una cola virtual para conseguir una de las pocas localidades restantes.

Como resultado, el Newcastle ha cancelado un total de 103 abonos de temporada que estaban en manos de estos operadores turísticos. El club ha asegurado que no ha recibido fondos por encima del valor nominal de las entradas y que los asientos recuperados se pondrán a la venta para los aficionados a través del sorteo oficial para los próximos partidos.

El Newcastle United Supporters’ Trust (NUST), el principal grupo de aficionados, se mostró satisfecho con la rápida acción del club, pero también «muy decepcionado» de que esta situación se haya producido. «Son 103 asientos en cada partido en casa que han ido a parar a personas que clasificaríamos como ajenas a nuestra base de aficionados», declaró Lisa Mole, presidenta de NUST, quien aseguró que seguirán presionando por una «transparencia total».

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