El club blanco prepara un dossier completo con incidencias arbitrales de la temporada pasada y las primeras jornadas de Liga para que el máximo organismo internacional las analice

Florentino Pérez e Infantino saludándose; foto: Cadena SER.
Florentino Pérez e Infantino saludándose; foto: Cadena SER.

El Real Madrid ha decidido pasar a la acción: según lo anunciado por su canal oficial, el club está elaborando un dossier detallado con los errores arbitrales que, a su juicio, ha sufrido durante la temporada pasada y las primeras cuatro jornadas de la Liga 2025-26. El informe, que se remitirá a la FIFA, busca que el máximo organismo del fútbol mundial “tome nota de lo que está ocurriendo en la competición española”.

La chispa que encendió esta decisión fue la amarilla roja directa a Dean Huijsen en el partido frente a la Real Sociedad, en el minuto 32, por supuesto derribo de Mikel Oyarzábal como último jugador. El Madrid argumenta que Éder Militão estaba cerca y podía interceptar la jugada, pero el árbitro Gil Manzano decidió expulsar al defensa, sin que el VAR interviniera ni pidiera revisión.

Durante la retransmisión del partido, Real Madrid TV no ocultó su indignación, calificando la situación de “bochorno de competición” y denunciando que los árbitros “han vuelto a falsear la realidad” al transformar jugadas interpretables en acciones discutibles.

Además del caso Huijsen, el Madrid planea incluir otras situaciones polémicas: rechazos arbitrales discutibles, decisiones del VAR que no se revisan cuando deberían y diferencias estadísticas respecto al trato arbitral con el FC Barcelona durante la pasada temporada.

La petición del club blanco va más allá de una queja puntual: pretende que la FIFA supervise de forma estricta el sistema arbitral y la reforma en los procesos del VAR, con el objetivo de revisar si hay una arbitrariedad sistemática contra el equipo merengue.

En resumen, el Real Madrid ha agotado la paciencia y lleva la disputa arbitral al ámbito internacional. Lo que se presenta como una denuncia formal a la FIFA podría derivar en una crisis que sacuda tanto a los colegiados como a los organismos reguladores del fútbol español.

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