La UNFP ha emitido un duro comunicado tras las lesiones de jugadores como Dembélé y Doué con la selección, criticando de nuevo la «multiplicación de partidos» dictada por el «atractivo del beneficio» y solicitando al gobierno francés que actúe ante la pasividad de la FIFA

El sindicato de futbolistas profesionales de Francia (UNFP) ha vuelto a alzar la voz contra la carga del calendario internacional, esta vez con una petición directa al Estado francés para que intervenga. En un comunicado titulado «¡Aquí estamos!», el organismo denuncia que las recientes lesiones de jugadores, como las de los internacionales franceses Ousmane Dembélé y Désiré Doué, son la consecuencia directa de una agenda de partidos insostenible.

«Lo habíamos previsto, dicho y escrito ante una indiferencia general», lamenta la UNFP, que acusa a las instituciones, principalmente a la FIFA, de construir un calendario internacional «sin ninguna consulta y, sobre todo, sin el acuerdo de los principales actores». Según el sindicato, la acumulación de competiciones, como el nuevo Mundial de Clubes, está dictada únicamente por «el atractivo del beneficio», ignorando por completo la salud de los futbolistas.

Ante lo que consideran una falta de diálogo, el presidente de la UNFP y de FIFPRO Europa, David Terrier, ha hecho un llamamiento directo al gobierno. «Pedimos al Estado que intervenga, ya que es imposible […] hacer que la FIFA entre en razón para que, sobre la base de un verdadero diálogo social que se niega a establecer, revise su calendario internacional».

Esta petición es una escalada en las acciones del sindicato, que ya ha presentado varias denuncias formales. El pasado 1 de julio, la UNFP recurrió al Comité Europeo de Derechos Sociales para obligar al Estado francés a actuar, argumentando que el calendario actual impone a los jugadores un «tiempo de trabajo irrazonable y la insuficiencia de períodos de descanso y vacaciones», violando la Carta Social Europea. El sindicato insiste en que la situación actual no solo pone en riesgo la salud física y mental de los jugadores, sino que también desregula la financiación del fútbol nacional.