El club alemán, que no pudo retener al central ecuatoriano tras el pago de su cláusula por parte del Arsenal, decidió no fichar un reemplazo y apostar por la plantilla actual, incluyendo un nuevo rol para su capitán, Robert Andrich

El Bayer Leverkusen vivió una última semana de mercado frenética marcada por la inevitable salida de uno de sus pilares defensivos, Piero Hincapié. Cuando el interés del Arsenal se hizo oficial y se conoció la existencia de una cláusula de rescisión, saltaron todas las alarmas en el club alemán, que no deseaba desprenderse del internacional ecuatoriano.

A pesar de la voluntad del Leverkusen de retenerlo por su calidad y mentalidad, quedó claro que la operación era imparable y se oficializó el último día de mercado. Sorprendentemente, el subcampeón de la Bundesliga decidió no acudir al mercado para fichar un sustituto de garantías.

Las razones de esta decisión son varias. En primer lugar, el club consideró que en ese momento no había en el mercado un reemplazo de nivel equivalente que fuera accesible. Se exploraron opciones como Sven Botman del Newcastle, pero la operación no fue viable.

Más allá de la escasez de alternativas, el Leverkusen no quería fichar a un jugador de nivel medio que pudiera frenar la progresión de sus jóvenes talentos. El club confía plenamente en su actual línea de cinco especialistas para las tres posiciones de central: los consolidados Jarell Quansah, Loïc Badé y Edmond Tapsoba, junto a los prometedores Axel Tape (18 años) y Jeanuël Belocian (20), quien está volviendo de una lesión grave.

Sin embargo, la solución más ingeniosa para cubrir la baja de Hincapié implica al capitán del equipo, Robert Andrich. Ante la fuerte competencia en el centro del campo con jugadores como el campeón del mundo Exequiel Palacios y el fichaje de 30 millones Ezequiel Fernández, el puesto de Andrich en el once no está garantizado. Por ello, el cuerpo técnico también planea utilizarlo como opción para el centro de la defensa, evitando así la «desafortunada» situación de tener a su capitán habitualmente en el banquillo y añadiendo, al mismo tiempo, una valiosa pieza a la rotación defensiva.