El mediocampista estadounidense fue víctima de insultos racistas mientras realizaba trabajo físico tras el partido; ambos clubes condenan el episodio y prometen colaborar judicialmente

Al término del encuentro entre la Juventus y el Parma, disputado en el Allianz Stadium y concluido con un marcador favorable a los locales, el mediocampista estadounidense Weston McKennie sufrió cánticos racistas procedentes de la grada visitante. El suceso ocurrió mientras se ejercitaba con compañeros que no participaron directamente en el partido.
La Juventus emitió un comunicado en redes sociales donde condenó con firmeza el episodio: “McKennie fue objeto de expresiones discriminatorias de carácter racista (…) Juventus condena enérgicamente este incidente y cualquier manifestación de racismo”. Asimismo, el club reafirmó su compromiso de “colaborar plenamente con las autoridades de justicia deportiva para identificar a los responsables”.
Por su parte, el Parma también se pronunció oficialmente, expresando su repudio absoluto hacia cualquier forma de discriminación. El club declarado: “La intolerancia racial… NUNCA es tolerable ni aceptable”, y aseguró que tomará medidas legales para esclarecer los hechos y sancionar a los implicados.
Este lamentable episodio puso nuevamente el foco sobre el serio problema que persiste en el fútbol europeo. En 2023, la Fiorentina recibió una sanción —una clausura parcial de estadio en suspensión— por incidentes similares contra McKennie y otros jugadores durante un partido de Copa de Italia.
En resumen, el racismo ha vuelto a ensombrecer el fútbol italiano. Tanto Juventus como Parma han adoptado una postura clara: repudio total, colaboración activa y combate institucional contra estas conductas intolerables. El caso no solo marca una cruzada contra el abuso, sino también la exigencia de consecuencias reales para proteger a los futbolistas negros y demás minorías.





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