El delantero sueco busca cambiar de aires, rechaza una oferta histórica del club y mantiene el interés de Liverpool, pendiente de una oferta récord

Alexander Isak celebrando un gol con el Newcastle; foto: El Nacional.cat.
Alexander Isak celebrando un gol con el Newcastle; foto: El Nacional.cat.

Alexander Isak, delantero sueco de 25 años, continúa en el centro de uno de los mayores culebrones veraniegos del fútbol inglés. Ha comunicado al Newcastle United su intención de explorar nuevas opciones este mercado, a pesar de tener contrato hasta 2028 y ser uno de los jugadores clave del proyecto liderado por Malcolm. El club le ofreció convertirse en su futbolista mejor pagado, hasta 200000£ semanales, pero Isak lo rechazó, justificándose con una ambición clara: jugar en la Champions con mayor regularidad y progresar en su carrera (su enfoque no es económico, sino deportivo).

Newcastle ha valorado al delantero en £150 millones, y aunque insiste en que no lo venderá fácilmente y rechaza cualquier oferta inferior, reconoce que un traspaso monumental podría forzarse pese a su resistencia inicial. Su pulso con el club se refleja en su ausencia de la gira de pretemporada por Asia, argumentada como una lesión menor en el muslo, aunque se ha reportado que estaba entrenando en San Sebastián, con su antiguo club Real Sociedad, distancia que sugiere un distanciamiento con la plantilla.

Mientras tanto, el Liverpool lidera la carrera por su fichaje, habiendo alcanzado un acuerdo verbal con Isak hasta 2031 y dispuesto a romper el récord británico de traspasos con una oferta en torno a los £120–150 millones. Sin embargo, el club espera a que se levanten ciertas restricciones financieras (P&S Regulations) para mover ficha. Otros clubes como Arsenal, Chelsea y Barcelona también han sido vinculados, aunque Barcelona ya habría descartado una negociación por dificultades económicas y contrato elevado el club.

Desde el punto de vista contractual, las conversaciones con Newcastle sobre una posible renovación están «congeladas» y descritas como «complejas», en parte por su impacto en las finanzas del club, aunque ambas partes mantienen un diálogo abierto. Mientras tanto, Eddie Howe ha reconocido que aunque desea que Isak se quede, su futuro ya no está en sus manos, lo que evidencia la presión creciente del entorno.

En síntesis, Isak ha pedido libertad para negociar y ha rechazado ganar más sin garantías deportivas. Su valor sigue subiendo y Newcastle tiene posición firme para exigir una cifra estratosférica. Liverpool es el candidato favorito, pero el futuro del sueco depende de cómo evolucione la negociación. Un cambio parece inminente, aunque el desenlace real aún depende de muchos factores internos y financieros.

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