La UEFA elimina el sorteo para asignar localía en las eliminatorias y otorga el partido de vuelta al mejor clasificado; si un inferior gana, hereda esa ventaja

La UEFA ha anunciado un cambio radical en la asignación del factor campo para los cruces eliminatorios de la Champions League, Europa League, Conference League y Champions femenina: se elimina el sorteo, y será el mérito deportivo en la fase de liga el que determine quién juega la vuelta en casa. El equipo mejor clasificado tras la nueva fase de liga de 36 equipos accederá a jugar el partido decisivo como local.

Además, se introduce un mecanismo novedoso: si un club peor posicionado elimina a otro mejor clasificado, heredará en esa ronda el privilegio del factor campo. En la práctica, esto significa que puede “robar” la localía para su siguiente enfrentamiento. Por ejemplo, el pasado curso, el Real Madrid (11º) disputó la vuelta en casa frente al Arsenal (3º) gracias al sorteo; con la nueva norma, el partido se habría jugado en Londres. Si los blancos hubieran ganado, en la siguiente eliminatoria habrían jugado la vuelta en casa, como si hubiesen acabado terceros en la fase de liga.

Este cambio pretende dar mayor relevancia y coherencia competitiva a la fase de liga, premiando a quienes mejor rendimiento mantienen en el tiempo. Según la UEFA, la decisión nace del análisis del actual formato y busca evitar injusticias surgidas por resultados puramente azarosos en las eliminatorias.

Es importante recordar que este nuevo sistema solo regula la localía, no afecta el formato de partidos, eliminatorias o el número de equipos clasificados. El calendario con partidos de ida y vuelta se mantiene intacto, pero ahora el orden de campos será fruto del mérito competitivo, no de la suerte.

En resumen, la UEFA apuesta por una Champions más justa y transparente. Las decisiones deportivas ya no podrán depender de un sorteo tras una fase de liga, sino que premiarán a los equipos con mejor trayectoria y rendimiento. Además, la posibilidad de “robar” la localía añade un incentivo extra a las sorpresas: derrotar a un favorito tendrá recompensa deportiva tangible.