La Guardia di Finanza ha registrado la sede del club y destapado una trama de créditos fiscales falsos por más de 4 millones de euros, que ha supuesto el descenso del equipo a Serie C

La Guardia di Finanza ha llevado a cabo una operación de gran envergadura contra el presidente del Brescia Calcio, Massimo Cellino, y su club, acusados de estar involucrados en un sistema de lavado de dinero y delitos tributarios. Las autoridades italianas han registrado la sede del club y varios domicilios vinculados a la red investigada, que incluye a 25 personas y empresas implicadas.

La investigación apunta a una compleja trama de falsificación y comercialización de créditos fiscales del IVA, con un valor estimado de más de 4 millones de euros, gestionados a través de sociedades pantalla sin actividad real. El club lombardo habría adquirido estos créditos ficticios para compensar sus obligaciones fiscales durante los primeros meses del año, una práctica ilegal que ha destapado una nueva crisis en el fútbol italiano.

Entre los principales implicados se encuentran el propio Cellino, el contador Marco Gamba y la sociedad «Alfieri», registrada en Milán pero sin estructura ni autorización para operar financieramente. La Fiscalía de Brescia sostiene que se trató de una maniobra deliberada para evadir impuestos y sostener artificialmente las cuentas del club.

Las consecuencias deportivas no se han hecho esperar. La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) impuso una sanción de 8 puntos al Brescia Calcio: 4 restados en la temporada 2024-25 y 4 más aplicables en la próxima campaña. Esta penalización fue decisiva para el descenso matemático del equipo a la Serie C, sellando una de las temporadas más turbulentas de su historia reciente.

Además del castigo deportivo, el club se encuentra bajo amenaza de exclusión de las competiciones oficiales debido al retraso en el pago de salarios y contribuciones obligatorias, lo que podría impedir su inscripción para la temporada 2025-26.

Massimo Cellino, conocido por su historial polémico tanto en Italia como en Inglaterra, no es ajeno a los procesos judiciales. En 2023 ya fue objeto de un macro-secuestro de bienes valorado en 59 millones de euros, relacionado con un trust británico y presuntas irregularidades fiscales. Esta nueva investigación agrava aún más su situación personal y pone en duda su continuidad al frente del club.

El caso sigue en fase de instrucción, y se esperan nuevas diligencias en los próximos días. El Brescia, mientras tanto, enfrenta una profunda crisis institucional, deportiva y económica que amenaza su propia supervivencia. La afición, conmocionada por el escándalo, reclama transparencia y una nueva gestión para salvar la identidad de uno de los clubes históricos del fútbol italiano.